¿Por qué instalar un controlador Redox para la piscina?

¿Cómo proteger los equipos de piscina contra la sobrecloración?

Las piscinas son lugares privilegiados de placer, un entretenimiento en casa que encanta a toda la familia. Pero para disfrutar de los baños, es necesario dedicar tiempo al mantenimiento, seguir la evolución del equilibrio del agua, la presencia de desinfectantes... Para limitar las mediciones, los controles, la adición de productos desinfectantes... el tratamiento automático es una solución eficaz. Cuando se complementa con un controlador Redox, solo queda disfrutar con total tranquilidad de un agua sana y reluciente.

¿Cuáles son los impactos positivos del controlador Redox en la piscina?

Con un tratamiento automático (cloro o sal...), la producción de cloro es lineal y no tiene en cuenta los factores meteorológicos ni la frecuencia del uso de la piscina. El aumento o la disminución de la producción de cloro está determinado por acciones humanas realizadas en el dispositivo y los efectos no son inmediatos. El control Redox determinará el poder desinfectante del agua, independientemente de la situación, y ajustará, por sí mismo, la producción de desinfectante.

¿El controlador Redox protege una piscina cubierta?

Cuando la piscina está cubierta (con persiana, cubierta, refugio, piscina interior...), la producción de cloro continúa si el sistema de filtración está en funcionamiento. Por lo tanto, a menudo hay una sobreproducción de desinfectante (a menos que se controle con frecuencia el nivel de Redox y se ajuste manualmente la producción de cloro cada vez que se abre y cierra la piscina). El agua se vuelve agresiva y daña los equipos.
Para la electrólisis de sal, como los rayos UV del sol no atraviesan ni la cortina ni la cubierta, no es posible la transformación del hipoclorito en sal. Por lo tanto, el riesgo de sobrecloración aumenta.
El control Redox, mide y ajusta automáticamente e inmediatamente la producción de desinfectante según las necesidades reales del agua; evitando así la sobreproducción de cloro, los daños en la piscina y la intervención humana.

¿El controlador Redox protege el revestimiento?

Cuando el revestimiento está sujeto a sobrecloraciones repetidas, la degradación se manifiesta en un envejecimiento prematuro, la decoloración y la rigidez debido a la degradación de los plastificantes.
Los revestimientos de piscinas son, en la actualidad, más sensibles a la sobrecloración. De hecho, los fabricantes siguen las recomendaciones de las instituciones, que piden limitar las sustancias o productos dañinos para el medio ambiente y algunos protegían el revestimiento contra las agresiones del tratamiento. Por otro lado, la elección de los colores de los revestimientos es cada vez más oscura. Como el revestimiento es más sensible a los "ataques" de un cloro en exceso, el desgaste y la decoloración son más visibles.
La solución es instalar un controlador Redox. Este equipo mide y ajusta la producción de cloro según las necesidades reales de desinfección del vaso, evitando así la sobrecloración y protegiendo el revestimiento.

¿Cuáles son las ventajas y desventajas de un controlador Redox?

Las ventajas del controlador Redox

El uso del controlador Redox evita la sobredosificación o subdosificación del producto desinfectante, brinda comodidad al nadar evitando las molestias de un agua mal desinfectada y, así, evita el deterioro de los equipos de la piscina mientras se preserva la garantía de los fabricantes.
Para un tratamiento automático con cloro, el controlador Redox reducirá el consumo de productos desinfectantes optimizando su eficacia. Para un tratamiento por electrólisis de sal, mejora la producción al mismo tiempo que preserva la célula.
Independientemente de las condiciones climáticas, el número de bañistas, la temperatura del agua... el controlador Redox analiza y garantiza un agua sana en todas las circunstancias. Administra solo y de forma autónoma estas variaciones sin intervención humana.
El mantenimiento y seguimiento de la piscina se simplifican. Sin embargo, es necesario asegurarse del buen funcionamiento de los dispositivos, calibrar los diferentes sensores y no olvidar reemplazar los bidones de pH o desinfectante cuando estén vacíos.

Las desventajas de un controlador Redox

Cuando el valor asignado es demasiado alto o el sensor se descalibra o está mal calibrado, los equipos pueden deteriorarse, como el revestimiento...
Un valor de pH inapropiado, una presencia excesiva de cal, un nivel de estabilizador demasiado alto, una alcalinidad demasiado alta o demasiado baja... todos estos factores perturban y tienen un impacto en el control Redox. Si el agua no está equilibrada, el análisis Redox está sesgado.

En Francia, a diferencia de algunos países, la instalación de un controlador Redox no es obligatoria. Sin embargo, cuando se utiliza un tratamiento automático para piscinas, es un dispositivo indispensable. Mejora y optimiza la desinfección del agua, permite preservar los equipos del vaso evitando la sobrecloración y simplifica el mantenimiento para la mayor satisfacción de los propietarios.

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