¿Cómo funciona la electrólisis salina para piscinas?

El tratamiento de sal para piscinas: ¿cómo funciona?

El tratamiento de sal para piscinas es un proceso natural y simple. Permite mantener el agua clara, saludable y sin olor de manera autónoma y en todas las circunstancias. Es una alternativa a los tratamientos "químicos" habituales. Pero, para aprovecharlo al máximo, es necesario interesarse y conocer, al menos, su funcionamiento básico. Entonces, ¿cómo se convierte la sal en desinfectante?

¿Cuál es el proceso de transformación de la sal en cloro?

Por supuesto, para que la piscina sea tratada con sal, primero se debe instalar el electrólisis en el cuarto técnico, aguas abajo del sistema de filtración y calefacción, y añadir sal especial para piscinas al agua. Las cantidades se ajustan a las necesidades operativas del electrólisis y son proporcionales al volumen de agua a tratar. Se necesitan entre 3 y 7 gramos de sal por litro de agua, según el modelo.

Algunas reglas para un funcionamiento óptimo

¡Si la filtración de la piscina no funciona, el electrólisis permanece detenido! El proceso de transformación se basa en un ciclo, por lo que el tiempo de filtración debe ajustarse para que el electrólisis pueda producir correctamente el desinfectante y en cantidad suficiente. Mientras la filtración de la piscina esté funcionando, el electrólisis produce hipoclorito de sodio, un tipo de cloro. Este tratamiento para piscinas requiere casi ninguna intervención humana. Sin embargo, si no hay regulador de pH, se debe monitorear muy regularmente el nivel de pH del agua. De hecho, la sosa cáustica producida por el electrólisis tiende a elevarlo, y un pH demasiado alto reduce la eficacia del cloro. Para grandes volúmenes de agua tratados con sal, se recomienda añadir estabilizador para prolongar la vida útil del cloro.

Electrólisis salina para piscinas: ¿cómo funciona?

El agua salada de la piscina sigue el circuito hidráulico cuando entra en la célula del electrólisis, los electrodos, bajo el efecto de una corriente de baja tensión, reaccionan, descomponen el agua salada, oxidan la sal y la convierten en hipoclorito de sodio y sosa cáustica. El hipoclorito de sodio es un cloro puro, un desinfectante natural muy poderoso, además de un agente antibacteriano y antifúngico eficaz. El agua tratada regresa a la piscina a través de las boquillas de retorno. Este cloro destruirá algas, bacterias, gérmenes, etc. Una vez terminada su acción, bajo la acción de los rayos solares (UV), el cloro se combina con la sosa cáustica y se convierte en sal. El ciclo se cierra, es perpetuo y no requiere ningún agregado de sal, excepto durante un vaciado parcial de la piscina.


La electrólisis salina es un método ecológico y económico. Este tratamiento casi no requiere otros productos de mantenimiento y las intervenciones humanas son raras. La desinfección de la piscina es permanente mientras la bomba de la piscina esté funcionando. El agua es suave y agradable, sin olor, no reseca la piel, no irrita los ojos...

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