Características de una sal "buena" para piscinas
La norma europea EN 16401 define los criterios de calidad de la sal para piscinas. Existene dos tipos: A y B, siendo A el de mayor pureza.
Criterios esenciales:
- Tenido de cloruro de sodio (NaCl): Entre 99% y 99.9% mínimo.
- Concentración de calcio (Ca) y magnesio (Mg): Mínima.
- Ausencia de metales: Hierro, cobre, plomo, manganeso... dañinos para los electrodos.
Opciones: sales "4 en 1"
Algunas sales incorporan aditivos:
- Estabilizante: Prolonga la vida del cloro. Útil si el electrolizador está adaptado al volumen de la piscina y si la producción es suficiente. Un nivel demasiado alto puede afectar la eficacia del cloro.
- Antical: Limita la incrustación de los electrodos. Innecesario si el electrolizador tiene inversión de polaridad.
- Anticorrosión: Interesante solo para electrólisis con inversión de polaridad y si se realiza una puesta a tierra.
Análisis del agua: un imperativo
Es la calidad del agua de su piscina la que determina si se necesita una sal "4 en 1". Un análisis permitirá conocer sus particularidades y optar por los aditivos adecuados si es necesario (estabilizante, antical, secuestrante de metales...).
Riesgos de una sal de piscina inadecuada
Una sal no conforme puede causar:
- Aparición de manchas irreversibles en el revestimiento.
- Disminución del rendimiento del electrolizador.
- Deterioro de los equipos.
- Desgaste prematuro de la célula.
Optar por una sal de piscina que cumpla con las normas europeas es indispensable para garantizar un funcionamiento óptimo de su electrolizador, un confort de baño impecable y la longevidad de sus equipos. Evite la sal de mesa y la sal de mina, inadecuadas y perjudiciales para su piscina.